La colposcopia es una prueba que permite observar de forma ampliada la superficie del cuello del útero para identificar precozmente lesiones precursoras de cáncer o cancerosas. Esta prueba se utiliza cuando una citología cervical detecta células anormales que pueden ser cancerosas o precursoras de cáncer de cuello uterino, y también cuando hay sospechas de patología cervical tras una revisión ginecológica. Se considera el segundo paso en el cribado del cáncer de cuello uterino después de la citología.

Durante la colposcopia, se utiliza un microscopio especial llamado colposcopio para ver el cuello del útero a través de la vagina, amplificando la vista. La paciente se acuesta boca arriba en una camilla con las piernas separadas, y se introduce un espéculo para separar las paredes vaginales. El médico tiñe la superficie del cuello uterino con líquidos como ácido acético o lugol para resaltar áreas con células anormales, que pueden ser biopsiadas para su estudio posterior o extirpadas en su totalidad. Las muestras se toman con pinzas o cepillando suavemente el interior del cuello uterino si no hay lesiones visibles. El procedimiento es generalmente indoloro, con un ligero escozor por los líquidos y posible incomodidad por el espéculo si la paciente no está relajada. Las complicaciones son raras y el riesgo de infección es muy bajo.

En GineMed, realizamos la prueba de tipificación del VPH de alto riesgo, un virus común asociado con verrugas y varios tipos de cáncer, principalmente el cáncer cervical. Existen más de 100 tipos de VPH, de los cuales aproximadamente 30 están vinculados con un mayor riesgo de cáncer. El VPH se propaga fácilmente por contacto de piel a piel y es muy común. Aunque la mayoría de las infecciones por VPH desaparecen sin causar problemas, algunos tipos pueden llevar a cambios celulares precancerosos que, si no se detectan y tratan, pueden desarrollar cáncer.

El tipo de cáncer más común causado por el VPH es el cáncer cervical, aunque también puede causar cáncer en la vagina, vulva, ano, pene y garganta. La mayoría de las personas se recuperan de las infecciones por VPH sin problemas de salud. Sin embargo, factores como enfermedades que dificultan la recuperación de infecciones y el hábito de fumar aumentan el riesgo de desarrollar cáncer cervical.